Armando Scannone, el gran impulsor de la gastronomía local


Si la gastronomía venezolana requiriera de un nombre y un apellido, tendría que ser Armando Scannone.

Su aporte constante se hizo tangible con Mi cocina a la manera de Caracas, el libro rojo publicado hace 30 años que logró darle identidad a la culinaria venezolana. Pero Scannone no se detuvo allí: continuó investigando sobre sabores autóctonos y plasmándolos en recetarios y publicaciones en paralelo con su actividad como directivo fundador de la Academia Venezolana de Gastronomía.

Don Armando cumplió 90 años el jueves 23 de agosto y continúa trabajando como hace décadas. El 28 de agosto entra en imprenta Mi lonchera a la manera de Caracas que se venderá a finales de septiembre. Más allá de lo que siempre se escribe y se dice, personas de la gastronomía venezolana hablan de qué significa Scannone y la huella que ha dejado en sus propios oficios.

"Su contribución es uno de los aportes más importantes del siglo XX. Su primer libro marca un quiebre entre el abandono de la culinaria nacional y la revalorización que hoy comienza a dar frutos positivos (...). De todos estos años compartidos con Armando puedo dar fe de su apertura a nuevos enfoques interpretativos que debemos darle a la cocina venezolana", dice Miro Popic, también miembro de la Academia.

"Cuando tenía 14 años, pasé una Nochebuena con mi familia en Mérida. Mi prima, que nunca había cocinado, quiso preparar un pollo con duraznos. Se guió por el tomo rojo de Mi cocina y le quedó perfecto. Ahí me di cuenta que ese libro era un milagro, porque las recetas salían aunque no se supiera cocinar. Y salen porque don Armando es ingeniero y logró codificar el oficio", dice el chef Víctor Moreno, quien hace 10 años elaboró el menú con el que se celebraron los 80 años de Armando Scannone.

"Armando no es un hombre que, en un debate sobre gastronomía, diga que sí sólo por complacer, pero es muy abierto a otras ideas. Lo conozco desde que llegué a Venezuela, en 1974, y nuestra amistad ha crecido con los años. Cuando tengo dudas, consulto con él o con José Rafael Lovera. Algo importante es que reconoció el toque dulce de la cocina venezolana porque su libro está basado en lo que siente su paladar", dice Jean Paul Coupal, dueño del restaurante donde celebraron los 90 años de Scannone.

"Sin la dedicación de don Armando sería imposible seguir en la búsqueda de nuestra identidad gastronómica. Su obra es registro de nuestra tradición oral de cocina femenina. Sin su labor, esas preparaciones habrían quedado en el olvido", señala María Fernanda Di Giaccobe, de Venezuela Gastronómica.

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